Aunque son arbitrarias y a veces absurdas nos reconforta leer listas que supuestamente emiten un dictamen definitivo sobre un tema. Poner un número y reducir del infinito de posibildades a una serie finita que podemos leer en menos de cinco minutos nos sugiere –aunque ilusioriamente– que existe un orden y una realidad en un mundo en el que predomina el caos.
|
etiquetas: felicidad , razon , carl jung