Hace unos años atrás, dos mujeres que habían logrado escapar de un prostíbulo donde se encontraban secuestradas, denunciaron que vieron a Florencia. Desde ese momento, ya no quedaban más dudas que a Florencia Pennacchi no se la había tragado la tierra, tal como le gustaba decir a la policía, sino que había sido secuestrada por las redes de trata que actúan en nuestro país en complicidad con esa misma policía. Sin embargo, la fiscalía amenaza una y otra vez con cerrar la causa.
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