Han pasado cuarenta días desde que el nueve de agosto estallaran cuatro bombas de ETA en diversos establecimientos de Palma y los afectados siguen esperando las indemnizaciones y ayudas prometidas por la administración. Los daños son cuantiosos y el seguro no se hace cargo de las reparaciones al tratarse de un atentado terrorista por lo que el asunto ha pasado a manos del consorcio de seguros, que aunque va a dar dinero está regateando la cantidad.
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