Alrededor de 20.000 familias alicantinas están al borde de la ejecución hipotecaria, es decir, de que las entidades que les han prestado dinero para comprar sus casas utilicen la fórmula del embargo por impago. Esta es la estimación que maneja ya la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) en la provincia, según los últimos cálculos realizados en función del repunte constante del euribor y el incremento de la morosidad.
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