La cosa comenzó como comienzan estas cosas: por casualidad. El hecho de que Belén Esteban fuera la encargada de dar las campanadas y en medio de ellas le gritara al flamante premios ondas, “por mi uva, mato”, haciendo perder la cuenta a media España, (53 % de share) fue la gota que colmó el vaso. A partir de ahí, con la gente encabronada, un inocente error de cálculo de Zapatero (de los pocos que se le conocen) hizo que la gente se echara a la calle. El anuncio de legislar una reforma laboral con el título “Ley Díaz Ferrán” fue el detonante...
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