Y puede amentar, teniendo en cuenta la moratoria de 6 meses que el presidente Obama solicito con respecto al perforación en aguas profundas de hidrocarburos en en el Golfo de México, ha sido una decisión política que puede acabar con miles de puestos de trabajo al forzar a las compañías de energía a trasladar sus equipos y bienes industriales al extranjero. La reciente re reubicación de dos equipos ha afectado a 200 puestos de trabajo y si los problemas en el Golfo no se frenan, las cifras conservadoras alcanzan los 40.000 puestos de trabajo.
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