Afirmar que “cualquier tiempo pasado fue mejor” es temerario, sobre todo cuando nos movemos en la arena de la publicidad, en la que la innovación debería ser siempre la protagonista. Sin embargo, esta frase, a priori tan antediluviana, podría aplicarse perfectamente a publicidad más reciente de la Super Bowl. ¿El motivo? Que alguien, hace unos años, dio con la fórmula “perfecta” para los anuncios que acompañan este evento deportivo, y los demás se limitaron a copiarla.
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