Funcionarios de aduanas de Tailandia han incautado 1.800 lagartos protegidos cuyo destino era ser vendidos como alimento. Los varanos de Bengala, metidos en bolsas de malla azul y escondidos detrás de la fruta, se encontraron en el sur de Tailandia, cerca de la frontera con Malasia. La carne de lagarto es muy valorada y considerado como un manjar en algunas partes de Asia. El comercio mundial de los lagartos monitor está prohibido y están protegidos por la ley en Tailandia y Malasia.
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