Por motivos que no vienen a cuento he tenido la oportunidad de conocer a algunos de los principales personajes que han impulsado las nuevas propuestas de modificación de las leyes de copyright en Europa, así como los que se han opuesto a éstas, y quiero compartir una pequeña reflexión.
Hablando con una de las personas principales del lobby por el artículo 11 y 13, decía, a modo de burla hacia quienes critican dichas propuestas, algo así como que llevan escuchando desde hace muchos años que tal ley o tal otra sobre copyright va a destruir Internet y que Internet sigue ahí, funcionando, ergo las protestas no tienen fundamento.
Se me antoja, y puedo equivocarme, como una falacia "post hoc"; como Internet sigue existiendo las leyes de copyright que se crearon no dañaron la Red.
Internet sigue existiendo, es cierto ¿pero es la misma Internet que hubiéramos tenido de no haberse aprobado según qué leyes? La cuestión es que desde un punto en el tiempo es tremendamente difícil saber qué hubiera pasado, qué Internet tendríamos hoy, de haber contado con leyes de copyright menos agresivas en una materia tan controvertida como los derechos de autor.
Voy a poner un ejemplo que, al menos, sí se estudió hace años y versaba sobre el impacto de la extensión de los términos de copyright sobre la disponibilidad de obras contemporáneas y los resultados fueron muy reveladores. La extensión del "copyright" redujo de manera dramática la disponibilidad de obras de ciertas décadas. Eso tiene un enorme impacto en la sociedad, y sobre todo una parte fundamental de ésta: los creadores. Éstos necesitan nutrirse de obras previas en su proceso creativo. Como sociedad nos hemos encargado, por ejemplo, de impedir poder usar la creación contemporánea. Eso, como todo, tiene sus consecuencias en el futuro y es difícil de predecir.
www.theatlantic.com/technology/archive/2012/03/the-missing-20th-centur
Cambios tan dramáticos en las leyes de derechos de autor han de alterar el desarrollo de una herramienta tan importante como es Internet. Afectará a cómo nos comunicamos, cómo nos autocensuramos, cómo compartimos nuestras creaciones y las de otros, o a qué región del mundo llevarán sus empresas los emprendedores europeos en el futuro.
Lamentablemente nos costará mucho identificar todo lo que se ha perdido en el futuro de la Red. Sospecho que ya mucho se ha perdido pero nos cuesta ser conscientes de ello, simplemente porque no es algo que había y ha dejado de estar, sino algo que no ha podido ser en primer lugar.