¿Cómo se defiende la sanidad pública?

Aunque los aplausos desde los balcones estén muy bien y creen un bonito efecto audiovisual no dejan de ser un mero hecho estético. Aquellos que aún creemos en la lucha de clases no podemos verlo más claro: Si queremos defender la sanidad pública y cambiarla a mejor, debemos de cambiar nosotros mismos.

Y como trabajadores consecuentes, estamos convencidos de que la palanca más poderosa de cambio que tenemos radica en el comportamiento que tenemos en nuestro puesto de trabajo y en nuestro día a día.

La opinión pública hoy es ecuánime: los servicios públicos deben de ser de calidad, pero los trabajadores debemos de tener memoria y reflexionar de dónde proceden los recursos de la sanidad pública que no es otro lugar que de los impuestos.

En 2018 los trabajadores pagamos en IRPF 77 mil millones de euros, por 23 mil milliones que pagaron los empresarios vía impuesto de Sociedades. Hay que sumar los impuestos indirectos (como el IVA) sumaron a las arcas del Estado 84 mil millones de euros, impuesto este injustamente distribuido pues lo paga igual el que no tiene como el que tiene (cuando no utiliza trucos de ingeniería fiscal).

Y el truco fiscal (y legal) que desde hace poco que los empresarios utilizan y que dan justo contra la línea de flotación de los sistemas públicos de salud es la "maravillosa" retribución flexible. Maravillosa y aquí no hay entrecomillado incluso para esa mayoría sindical conformada en España que no paran de cacarear sus bondades. Caso flagrante además que se utilice para promocionar pólizas de seguro privadas.

Los planes de retribución flexible permiten a la empresa deducirse la suma de todas las retribuciones flexibles de los trabajadores, de tal manera que con ese monto paga menos impuestos. Mientras tanto, el trabajador, que destina una parte de su salario a la retribución flexible obtiene, en el mejor de los casos, el pagar una pequeña porción impositiva menos, siempre y cuando pase a un tramo más bajo, de lo contrario no.

Pero, en realidad, la resta de lo que pagan de menos las empresas en impuestos hace que los servicios públicos que se deterioren, y quienes pagan, tanto en sus condiciones como posteriormente en términos económicos, somos los trabajadores. El Plan de Retribución Flexible estimula el gasto en sanidad privada. Sanidad privada que no se responsabilizará en casos de enfermedades que no les sean rentables. Véase COVID-19.

Por lo tanto:

  • Rechaza la contratación de seguros médicos privados que con tu capital harán lobby en contra de tus servicios públicos de salud.
  • Rechaza por supuesto la retribución flexible en tu empresa lo cual minorará los ingresos de tus servicios públicos de salud. Si además se utiliza para contratar seguros privados de salud, éstos serán pagados con impuestos pues son 100% desgravable por la empresa.
  • Si eres funcionario, rechaza la asistencia con operadores privados. No tiene lógica que defiendas unos servicios públicos usando los privados. Aparte que no vas a acceder a la crème de la sanidad privada.
  • .... y organízate y lucha en un sindicato que no diga una cosa y haga la contraria.

Este pequeño artículo ha sido inspirado por la lectura de un artículo elaborado por un sindicato del que estoy orgulloso pertenecer. Si quieres obtener mas datos no dudes en leerlo:

ayesa.cscsevilla.org/2020/03/en-defensa-de-la-sanidad-publica.html