Hace poco más de un año el PP de Madrid envió su programa electoral a los domicilios de los madrileños. En él sólo se incluía una foto de la candidata y una palabra en grandes letras: Libertad. ¿Pero qué querían decir con esa palabra? El significado de libertad está bien definido en el diccionario de la RAE, sin embargo, podría tener otros significados. Para el protagonista de la canción de José Luís Perales, Libertad era un barco. Para Quino, Libertad era la más bajita de las amigas de Mafalda. El tiempo nos ha mostrado que para Ayuso Libertad es un muro, una pantalla, una mampara tras la que se esconden las verdaderas intenciones, su verdadero programa. Usar la libertad, el comunismo, la amnistía o “dictadura que vivimos” sólo trata de apelar a los sentimientos para que la razón no se fije en lo que en realidad se está haciendo desde la CAM. Porque es falso que no se haga nada, se hace y mucho: se desmantelan centros asistenciales, el número de médicos de los centros de salud, la inversión en educación pública o las ayudas sociales, todo ello a la vez que se libera de una buena masa impositiva a las grandes fortunas de la región mientras que a la mayoría de trabajadores esa carga impositiva sólo se nos reduce unos pocos euros. Unos pocos euros que no dan, ni de lejos, para pagar los servicios públicos que se recortan. Se reduce el estado para que empresas privadas y fondos de inversión cumplan el papel que el estado abandona. El PP arrasó en las elecciones de 2023, pero dudo que el resultado hubiese sido tan abultado si en el programa hubiesen figurado los recortes que se están produciendo. Hace pocos días que el programa oculto se ha desvelado, se hizo el mismo día que la presidenta de la CAM condecoró al presidente de Argentina. Ese día nos enseñó que ella llama Libertad a su motosierra.