Como padre preocupado, he leído con calma y analizado al detalle tanto el repertorio de 90 preguntas respondidas cómo las instrucciones y medidas de prevención que hemos recibido (por parte de la dirección de los colegios) a las madres y padres. Esto incluye también cierta información publicadas en los medios.
El trasfondo que produce es pensar que todo es un decálogo filosófico de buenas intenciones. En un entorno de color de rosa donde el entorno no es que sea seguro sino que se han convertido en búnkeres de la pandemia (está claro que lo digo en tono jocoso irónico). Digo esto porque el documento estándar de base enviado por Educación, para que cada colegio lo adopte como pueda bajo un mínimo exigible, es muy positivo y alentador. Además, intentan justificarlo con una multitud de gráficas y datos estadísticos que apoyen su postura del "sí o sí vamos a presencial" (y parece que no, hay pararse a entenderlo bien, debe ser algo simple y claro y sólo lo es en las normas impuestas y obligaciones; pero en la justificación es de alto nivel estadístico - lo digo en base a mi formación).
Con tan sólo el uso de la responsabilidad compartida (esto se llama "divide y vencerás": cuanto más divida la responsabilidad más difícil es trazar "quién ha metido la pata"), mínima inversión (máscaras y geles para los trabajadores y profes; y de los demás fungibles necesarios los compraremos los padres) y el chiste del nuevo invento de "grupos de convivencia" o de cómo llamar a crear micro grupos de niños (sin especificar alcance) que sólo interaccionen entre ellos (dentro del cole, porque si interaccionan fuera del mismo pues así nadie culpabiliza al cole de un nuevo foco de infección). Ah, el control de los grupos de convivencia recae en los profesores, el control de cómo se lleva la aplicación del protocolo (que nos gustan las palabras bonitas del castellano para ciertos eufemismos) la lleva el equipo directivo, después tenemos una figura nueva el Equipo Covid19 (una suerte de personas etéreas en las que sólo en parte están en el cole, las otras a saber dónde están)...y lo más importante, un teléfono de contacto para que apurado director pueda contactar con una hotline (1-800-covid) en prevención de riesgos laborales.
También está el caso de la responsabilidad, es algo duro de tratar, claro. Porque por un lado se obliga (bajo amenaza encubierta, sino protocolo de absentismo y lo que conlleva con Asuntos Sociales) a llevar a los niños al cole. Pero por otro, hay que recordar que como obligación de los alumnos en edad escolar, el centro escolar es quien asume la potestad de garante con cada uno de ellos (no es que sean sus padres, pero durante las clases tienen la última palabra en muchos asuntos que afectan a nuestros hijos) en horario lectivo. Pero ahora bien, si el alumno se contagia dentro de "las paredes del cole"...no existirá nadie responsable.
Por cierto, los grupos de convivencia no es más que un plagio ya realizado en colegios de Dinamarca con consecuencias no deseables: www.xataka.com/medicina-y-salud/gran-tema-proximos-meses-va-a-ser-como
Si a todo esto, sumamos que no hay un criterio claro para cuando la "marabunta" de familias acudan a llevar/recoger a los peques. Vamos, que si no hay responsabilidad social amplia por parte de las familias esto va a ser un desastre. Una pregunta, en las instrucciones de Educación menciona claramente evitar que sean las personas de riesgo quienes lleven a los peques al cole (esto en mi pueblo son los abuelos)...y no, la forma escalonada de entrar/salir no es una buena opción->si se pierde (sí, porque se pierde y no se amplía el horario lectivo) 1 hora flexible de entrada y otra hora para salir + 30 minutos de recreo vigilado....ummmm, entre 1,5-2,5 horas menos de clase...para eso es más efectivo ir a teleformación directamente.
Más allá de quién tendrá o no responsabilidades, igual no habría que buscarlas aunque obligar a mandar a todos los niños por obligación (porque algún iluminado cree que los niños no se van a infectar y sus consecuencias será mínimas a corto/medio plazo con este virus que es completamente desconocido y del que todos los profesionales aprenden algo nuevo cada día).
Lo que más me asusta es que en dichos (dichosos, díria yo) documentos se contradicen por ciertos pasajes: cómo la posibilidad que el centro realice un protocolo (sí, el protocolo del protocolo; al más estilo Monty Python o los Hermanos Marx) en varios escenarios (como mínimo tres). El último es cerrar todo el colegio y los alumnos para casa en teleformación. También existe que si uno o varios alumnos estén (o sospechas) de infección, pues a casa en cuarentena con el kit de teleformación. O sea, de tres escenarios mínimos, dos de ellos son de realizar la teleformación.
Si a todo esto sumamos ese "refuerzo" de una legión de docentes para nuestra comunidad...haciendo números, me salen entre 1 y 2 profesores (en el mejor de los casos). Además, estos son interinos a demanda; es decir, en función de lo que va ocurriendo. Tendrán vacantes con contratos temporales (hasta el 31 de diciembre y/o hasta final de curso). Sumando la relación de profesores que, dadas las circunstancias y alguna que otra patología, no entrarán en los primeros días lectivos.
Señores iluminados por algún ente superior, no sería mejor una flexibilización (como el trabajo) de poder decidir formación presencial o teleformación o algo que sea 50/50...me respondo yo, es mucho lío, mucho trabajo, mucha inversión,....nah, déjalo, vamos a probar igual siempre podemos recular. Y el trabajar en equipo, aquello que llamáis responsabilidad compartida, es cómo trabajar en equipo dónde siempre existe la posibilidad de echarle las culpas a otro. Si fuera así, responsabilidad (sea compartida o no) no debería empezar con una imposición, ¿verdad?
No trato de convencer a nadie ni mucho menos, tan sólo expresar una opinión que está basada en certezas (si ser de la comunidad educativa) pero con cierto vínculos a comunidades escolares (de las que también extraigo opiniones e información de primera mano y real). Tampoco es que tenga la verdad absoluta y una solución mágica. Y tampoco es que tenga nada en contra el Sr. Imbroda (que ni sé si es el mismo del baloncesto y cómo ha llegado ahí) ni los secuaces de la camarilla de expertos (que se habrán gastado un dineral enviando y retocando pdfs). Tan bien me da igual de qué partido político viene ese mando. Pero lo que sí se puede entrever, y es un opinión personal, una solución demasiado rápida por su simplicidad y aplicada de una forma en la que ha primado más ciertas razones (para empezar, económicas) que no son precisamente pensar en los pequeños. Vamos que 1 vuelta más (o 700) hubieran venido mejor. También mayor comunicación y transparencia con todos los entes implicados. Y capacidad para escuchar más que para imponer.
Porque si hay opciones de tener menos niños cada día, que se traduce en menos familiares, que se traduce en menos riesgos para sus profes y personal no docente; segregando en varios turnos, o dejando la posibilidad de la opción de teleformarse (pero de verdad, claro; con un apoyo de classroom junto con videoconferencias en tiempo real). Y el que quiera o no pueda, pues puede dejar al peque en el cole. Pero con la idea de limitar su estancia allí. Siendo por supuesto, fuera de comedores (o lo justos), fuera actividades extraescolares (o minimizadas, claro), etc. Si todo esto reduce la permanencia en un 20% de alumnos, es un 20% menos de riesgos para aquellos alumnos que tengan que estar en presencial. Menos riesgos para las familias y también para los coles.
¿Nadie ha pensado lo que ha ocurrido en otros países que ya han empezado el cole?¿tampoco los efectos de un sistema similar? o es que vamos a ver lo que pasa. Realmente, puede que la realidad y el tiempo (y el virus) ponga a cada uno en su sitio...y es posible que tengamos un montón de colegios cerrados por contagios, con profesores contagiados que tampoco podrán dar clases y los niños en casa teleformándose.
Lo único que quiero es proteger a mi hija.