Si existe un tip crucial para cualquier escritor es que no existe fórmula. Es decir, para lo que a Paul Auster le funciona, es probable que no a Jonathan Franzen. Sin embargo, en las bibliotecas, y de manera más precisa en la web, existe un sinnúmero de catálogos que quien desee seguirlos a cabalidad, está en todo su derecho. Aquí expondremos algunos de ellos:
Los maestros opinan acerca de la fórmula
Según Jorge Luis Borges estos son algunos aspectos que se deben evitar:
- Escribir libros que parezcan menús, álbumes, itinerarios o conciertos.
- Todo aquello que pueda ser ilustrado. Todo lo que pueda sugerir la idea de ser convertido en película.
- Los personajes susceptibles a convertirse en mitos.
- La enumeración caótica.
Por otra parte, el aclamado autor norteamericano Ray Bradbury da unas recomendaciones para aquellos que apenas inician en el arte de narrar:
- Comienza por los cuentos cortos: El escritor de Farenheit 451 recomienda que es mejor escribir una gran cantidad de cuentos que iniciar con una novela, debido a que ese trabajo es probable que lleve un año y nadie garantiza que salga bien, dado la falta de experiencia del prospecto autor.
- No intentes imitar a tus autores favoritos: Para Bradbury uno de sus errores garrafales como escritor amateur fue la pretensión de imitar a sus grandes maestro, entre los que se encontraban: Julio Verne , Arthur Conan Doyle y H.G.Wells. “ No puedes ser ninguno de ellos”, afirma.
- Visita la biblioteca con frecuencia: El escritor al no poder ir a la universidad, porque no podía pagarla, asistió a la biblioteca, la visitaba hasta tres o cuatro veces por semana. Esa fue su gran escuela.
- Escribe sobre lo primero que se te ocurra: “Cuando comienzo a escribir nunca sé a dónde voy, todos mis libros han sido sorpresas”. Con este método se pretende que a medida que vayan llegando las palabras, el autor las asocia y con el tiempo va descubriendo que se va cocinando no solo unos personajes, sino una historia.
En mi caso he adoptado la técnica de comprar algunos cuadernos y escribir a mano casi que sin parar. Si al menos no he encontrado allí algún elemento crucial que me de luces para el proyecto literario que estoy gestando, lo que si puedo garantizar es que te proporciona una disciplina recia, aspecto de gran valor para un prospecto escritor.
Así que manos a la obra y a escribir.