Los que me conocen en la vida real no se extrañaran en absoluto de la siguiente reflexión que voy a hacer. Empezaré diciendo que esta reflexión parte de mi opinión y que, como tal, no creo que sea la verdad única e insondable.
Siéntete libre de discrepar, matizar y dar tu opinión, ESA es la razón por la que escribo las siguientes líneas.
Desde la irrupción de internet en nuestra vida he ido percibiendo que, cada vez con mayor intensidad, importa más la percepción de conocimiento que el conocimiento en sí. A esta casuística la he empezado a llamar “El cuñadismo ilustrado”.
Quizás te parezca extraña la expresión “percepción de conocimiento” y por ello voy a intentar explicarla lo mejor que pueda:
“Percepción de conocimiento” sería el proceso por el que una persona que desconoce total o parcialmente un tema busca información por internet para documentarse lo suficiente como para poder justificar una opinión al respecto (apoyándose en mayor o menor medida en esos datos que ha encontrado).
Esta acción puede tener las siguientes características:
· La opinión ya está tomada antes de documentarse al respecto, por lo que se aplica el sesgo necesario para filtrar toda aquella información que no valide nuestro argumento.
· Se hace en caliente (parte de la necesidad de querer apoyar tu argumento en algo) y, como tal, esa búsqueda de información se realiza de una manera rápida y superficial.
· Informarse sobre el tema interesa escasamente por lo que esta búsqueda quedará solo en eso: información puntual con la que validar un argumento escasamente formado.
· El tema de fondo se desconoce en profundidad hasta el momento de la búsqueda de información, pero se va a opinar sobre ello.
· La búsqueda de información se realiza tras emitir la opinión y tras haber sido tachada de “poco informada”
Para que una opinión se pueda definir como “cuñadismo ilustrado” basta con que se aplique cualquiera de los puntos anteriores… pero solo en raras ocasiones cumplirá uno solo de los puntos.
De ahí derivan conceptos como la todología, el magufismo y el bocachanclismo que, para mí, son ramas específicas que derivan o son consecuencia de aplicar el cuñadismo ilustrado; que no dejaría de ser una evolución del cuñadismo tradicional (que basa su opinión únicamente en su orto).
Todo este tema podría ser gracioso de no ser porque la mayoría de las opiniones actuales parecen apoyadas en este sistema.
Las personas han pasado de opinar sobre temas que controlan (si es que alguna vez lo hicieron) a opinar de temas que no controlan en absoluto basándose en la poca información que hayan podido reunir antes de hacerlo o, en los casos más sangrantes, después de que su opinión se vea en conflicto con la de otra persona que, presumiblemente, habrá utilizado el mismo sistema para opinar diferente en una gran cantidad de casos.
El problema al final se encuentra en que, al desconocer realmente el tema del que se está debatiendo, en el mejor de los escenarios la cosa termina exponiendo las fuentes (fiables o no) y decretando categóricamente que el otro está equivocado.
Muchas veces se carece de la comprensión lectora (o se han leído esos datos muy por encima) necesaria para poder formar una opinión al respecto. En la mayoría de los casos tampoco hay un conocimiento suficiente como para poder interpretar los datos de los que se está hablando.
Pero no importa, porque lo importante es que el destinatario del mensaje tenga la percepción de que se sabe de lo que se está hablando y que la opinión es formada… aunque eso no sea así.
A modo de cierre de este texto, quiero recalcar que todos, en mayor o menor medida, hemos caído alguna vez en el cuñadismo ilustrado. Es importante que aprendamos a detectar cuando estamos cayendo en ello, seamos conscientes de lo poco formadas que están nuestras opiniones en ciertos campos y a diferenciar la información del conocimiento.
P.d. Wall of text crits you for 639 word damage! ¡Gracias por leerlo!