En 2018, el estudio Reducing food’s environmental impacts through producers and consumers (Reducir los impactos ambientales de los alimentos mediante productores y consumidores, en español), publicado en la revista Science, concluyó que evitar el consumo de carne y lácteos era la forma más importante de reducir el impacto ambiental en el planeta, ya que su producción requiere de la gran mayoría de las tierras de cultivo, el 83 %, y genera el 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura. Concretamente, el trabajo demostraba que sin la producción y el consumo de carne y lácteos el uso global de tierras agrícolas podría reducirse en más del 75%, una extensión equivalente a China, Estados Unidos, la Unión Europea y Australia.