Empecé a jugar a rol en la segunda mitad de los 80, época en la que todo el mundo sabe que los chavales desfacíamos conspiraciones del gobierno y extraterrestes amables nos enseñaban el valor de la empatía en aras de construir un mundo mejor. No jugábamos a D&D por movidas que son largas de contar aquí, pero bien que nos lo pasábamos con el colega Cthulhu y el sabio Gandalf gracias a JOC y las fotocopiadoras. Ya divago. Toda esta absurda introducción viene porque voy siendo un señor que grita a las cosas y …