Empiezo el artículo con un poco de trampa porque despejo el “Por qué” de las famosas Seis W (What, Where, Who, When, Why, How). Me da igual el “Por qué”, que junto con el “Quién” son evidentes. El “Cómo” da igual.
El “Qué” sí que es importante porque me refiero a cualquier cosa menos Menéame o noticias, tanto online como en papel. Eso es lo que me interesa. El “Qué” serían novelas, ensayos, obras de teatro, libros divulgativos, papers, memorias, biografías o manuales sin que valgan los que se necesitaran para el curro/cole/insti/carrera.
Un día dura 24 horas, de las cuales 8 se suelen dedicar al trabajo (pongamos), otras 8 a sobar y las 8 restantes a desplazarnos al trabajo y volver, estar con la familia (hijos, padres, novias, hermanos, amigos y asuntos variados), ocio y procrastinación en general.
Por lo tanto ¿De dónde sacamos el tiempo para leer?
Y, más en general: Si lo que sabemos proviene de la lectura de personas más sabias que nosotros ¿De dónde sacamos lo que sabemos? Esta pregunta la dejo un poco abierta.
Comento mi caso ahora en particular. A una novela si no sé que puedo dedicarle más de una hora continuada no la empiezo ni la retomo. Si tenemos en cuenta que una novela de 300-400 páginas pueden suponer unas 8-10 horas de lectura procuro tener unas cinco horas libres, normalmente entre las ocho o las nueve de la tarde y la una o las dos de la mañana para intentar acabarla en dos o tres sentadas. Sé que esta práctica naufraga si alguien pretende leer “Guerra y Paz”, pero leer tal obra está sólo a la altura de filólogos, adolescentes y jubilados.
Con ensayos, Historia o divulgación me da un poco igual y puedo compaginarlo con novelas y leer mientras voy en transporte público, por ejemplo. Poesía y Teatro no suelo leer.
Me interesan vuestros comentarios. Muchas gracias.