La suerte de la maltrecha economía de Turkmenistán depende casi por completo de las ventas de gas a China. El otro cliente, Rusia, solo compra pequeñas cantidades. Por lo tanto, TAPI es un elemento crucial de la búsqueda de los turcomanos de ingresos adicionales que tanto necesitan. Los talibanes también han hecho ruidos alentadores con respecto a las líneas de transmisión de energía de alto voltaje y ferrocarriles de Turkmenistán-Afganistán-Pakistán (TAP) propuestos que irían de Turkmenistán a Afganistán.
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