...Los buenos no se disfrazan de sindicatos corruptos, y ladrones que malversan los fondos comunes. Los buenos no llevan trajes ni se muestran aparentes, porque son transparentes en sí mismos. Los buenos no matan seres vivos, sino que ayudan a vivir a otros que lo necesitan. Los buenos no necesitan ningún cartel de buenos, simplemente porque lo son. Y para bueno, los nombres que les ponen los delincuentes a sus lugares de culto: La Casa de Dios, La Casa o cuna de la Democracia, La Casa Falsa...