La historia de las cruzadas arranca a finales del siglo XI como expresión de un complejo “crisol” histórico, cultural, político y religioso en el que se entrelazan elementos muy diversos: la violencia caballeresca, el creciente poder papal, las necesidades espirituales, el afán de aventura y conquista, los deseos de expansión territorial… La religión no fue el único motivo, si bien la idea de la guerra santa había alcanzado un atractivo popular notable.

La compañía norteamericana Moderna ha sido la elegida por el Gobierno de Estados Unidos para avanzar en el desarrollo de una vacuna contra la gripe aviar. Con una dotación de 176 millones de dólares (163,84 millones de euros), la administración de Joe Biden trata de poner freno al brote del virus H5N1 entre bovinos, que además ha infectado a tres trabajadores de la industria lechera desde el pasado mes de marzo.

Luigi Lineri, nacido en 1937 en Albaro (Italia), vive en Zevio, cerca de Verona, a orillas del río Adigio, donde encuentra sus piedras. Desde 1970, las ordena de forma creativa, viendo caras y formas en ellas, conectando con culturas antiguas. Su colección, expuesta en 2 salas y un granero, suele calificarse de santuario o catedral. Su colección presenta formas de peces, perros, cabezas de oveja y cuerpos femeninos. Espera que alguien conserve su colección, pero contempla la posibilidad de devolver las piedras al lecho del río como toque final.

Cuando me mudé a Pekín hace años, una de mis colegas chinas en la BBC me dijo algo que nunca olvidé: "En China siempre se trata de los números".

Pablo Batalla escribe sobre cómo la modernidad se acaba en el momento en que ya no quedan islas para naufragar, comarcas que electrificar, montañas que coronar o en las que montar una guerrilla, revoluciones del arte que hacer, heroísmos que protagonizar. La posmodernidad, dice, «es el temblor de unas piernas que han hecho una larga caminata y ahora están paradas, pero sus músculos siguen tensos. O un acabársenos el tabaco y echarnos a una rebusca nerviosa de colillas».

El pensamiento de que pueden convivir liberales y mesiánicos bajo un sistema de valores único es ingenuo en el mejor de los casos. De entre los contrastes israelíes —antigüedad frente a modernidad, conservadurismo frente a liberalismo, ocupación militar frente a democracia— la actitud de la población frente a una ellas tal vez ayude a explicar las demás: el laicismo frente al judaísmo mesiánico.