Nuria March, que tiene 41 años y un hijo de 8, ha demostrado sobradamante su escaso apego a la notoriedad. Profesional y discreta, esta madrileña, que nada tiene que ver con los famosos banqueros mallorquines, ha trabajado para marcas de lujo como Carolina Herrera y actualmente es relaciones públicas de la firma catalana de joyas Vasari.