Cuando sólo era una niña, a Jane Goodall le apasionaba observar a los gusanos, los caracoles y las palomas que habitaban el jardín de su casa. Sus compañeros de clase solían reírse cuando les hablaba de sus fantasías, pero al final se salió con la suya y consiguió lanzarse a la aventura en África, donde se convirtió en la gran pionera mundial de la primatología. Gracias a sus investigaciones, que revolucionaron el conocimiento científico sobre los primates hoy sabemos, entre otras cosas, que tienen cultura, que transmiten de unos a otros.