Según declaró en su momento el embajador haitiano en Estados Unidos, Bocchit Edmond, el comando que asesinó a Moise estaba integrado por “mercenarios profesionales” disfrazados como agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA). Más tarde se supo que este comando había sido contratado por la agencia de seguridad CTU con sede en Miami y financiado por Worldwide Capital Lending Group, del ecuatoriano Walter Veintemilla.