Una mujer de 58 años de edad, identificada como M.C.A.A., fue detenida en Bilbao por el Cuerpo Nacional de Policía, acusada de un delito contra los derechos de los trabajadores ya que obligaba a sus empleadas a realizar unas jornadas de trabajo de 8 horas diarias de lunes a viernes y los sábados de 15, con un descanso de media hora para comer, y con un salario de 230 euros mensuales, lo que equivale en la práctica a cobrar en torno a un euro por hora de trabajo.