Cada año, cuando llega el final del mes de septiembre, tenemos la sensación de haber pasado el verano más asfixiante de nuestras vidas. Es cierto casi siempre, pero deberíamos pensar que en menos de un siglo el “calor” que pasamos ahora es una bendición comparado con lo que nos espera si las predicciones de los científicos se cumplen. El último estudio publicado en Communications Earth & Environment sobre estas predicciones pone fecha a un tipo de calor que nunca nos hubiéramos imaginado, y no está tan lejos como podríamos pensar.