El paso más peligroso que ha dado Washington, en medio de una reinante confusión, es entrar en contacto con el Frente Islámico, una formación yihadista que se fundó hace solo un mes, e integra a siete grupos. El Frente Islámico, muy activo en la rebelión, rechaza frontalmente la democracia y el laicismo, y aspira a establecer en Damasco un régimen guiado por la sharia o ley islámica. Y lo hacen fundamentalmente porque el Ejército Sirio Libre, supuestamente "laico", se está desintegrando pieza a pieza.