Hasta ocho grabaciones de robots submarinos, a más de 5.000 metros de profundidad, han comprobado que un pez abisal del género Gigantactis, no tiene su señuelo hacia abajo, sino que en realidad nada boca arriba. Los científicos aún no tienen claro por qué lo hace así, aunque hay varias teorías. Los robots submarinos están ayudando a la ciencia a conocer mejor a las criaturas submarinas. Resulta que nadar boca arriba es algo normal en los peces abisales.