Los estadounidenses han dejado dos grandes estigmas en Palomares: una historia llena de medias verdades, rencores, silencios y promesas incumplidas, y la certeza de unas seguras consecuencias para la salud de los vecinos. En EEUU hay un grupo de veteranos que asegura padecer dolencias relacionadas con su exposición al plutonio de la zona, y siguen luchando contra un gobierno americano. Pero, igual que el español, parece querer pasar página. Pero los vecinos de Palomares siguen sufriendo las consecuencias del accidente nuclear más importante a nivel global hasta Chernobyl. Una catástrofe ambiental con demasiados cabos sueltos.