Un gigantesco iceberg está a tan solo 50km de chocar con la isla Georgia del Sur en el Atlántico donde los científicos pronostican que el golpe podría causar un desastre ecológico en ese archipiélago. Aunque no hay población humana permanente, en él habitan focas, albatros y pingüinos. El enorme iceberg, apodado A68a, se separó de la península Antártica en julio del 2017, y desde ese momento su ruta es seguida por los científicos debido a su peligroso acercamiento hacia el remoto territorio bajo ocupación británica, reclamado por la Argentina,