Sintetizar el documental que recientemente HBO ha estrenado sobre el caso de Rocío Wanninkhof produce miedo. El caso a estas alturas es conocido por todos: la noche del 9 de octubre, en el pueblo malagueño de Mijas, Rocío Wanninkhof, una chica de diecisiete años, había desaparecido. De repente, Mijas, como Alcasser en su día, se convirtió en pasto de los medios de comunicación, que con curiosidad foránea, como quien se acerca a examinar las costumbres y los modos de vida de los colonos de una tierra ignota, se concentraron en el pueblo.