Lo que sí sabemos es que en los últimos años se ha constatado un aumento considerable de los casos de autismo detectados y diagnosticados que se debe, entre otros, a una mayor precisión de los procedimientos e instrumentos de diagnóstico, a la mejora en el conocimiento y la formación de los profesionales, o ciertamente, a un aumento real de la incidencia de este tipo de trastornos. NO existe evidencia que relacione la vacunación y el desarrollo de los TEA.