El hallazgo, publicado en la revista 'Nature', elimina el uso de campos magnéticos exteriores reemplazándolos por la simple inyección de una corriente eléctrica paralela al plano de un bit magnético. Actualmente, el proceso de escritura de los bits magnéticos tiene que ser rápido, consumir poca energía y ser capaz de controlar los bits uno a uno sin error, características que también reúne el nuevo método; descubierto por, Mihai Miron, del ICN; Kevin Garello, del Icrea, y Pietro Gambardella, de la UAB, y otros del instituto Spintec de Grenoble.