A la pobre morsa le ha quedado un paluego entre los dientes, utilizando su ingenio nos demuestra el uso de herramientas para la resolución de problemas.
El reino animal siempre te sorprende, tu pensarias que las morsas están gordacas y tal, pero la naturaleza es sabia y pese a la grasa abdominal tan necesaria para subsistir en epocas de escasez y proteger su temperatura corporal del frio, las ha dotado de la flexibilidad suficiente para poder lamerse el glande. Eso es evolucion, el pináculo de su especie.
He caído...
No hay güevos a publicarlo ahí
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