#6 El regimiento Azov fue celebrado tras resistir durante el asedio de la ciudad meridional de Mariupol el año pasado. Después de que el comandante de los Lobos Da Vinci fuera asesinado en marzo, recibió un funeral de héroe, al que asistió Zelensky.
"Creo que algunas de estas unidades de extrema derecha mezclan un poco de su propia creación de mitos en el discurso público sobre ellos", dijo el Sr. Colborne, el investigador. "Pero creo que lo mínimo que se puede y se debe hacer en todas partes, no sólo en Ucrania, es no permitir que los símbolos, la retórica y las ideas de la extrema derecha se filtren en el discurso público".
Kitty Bennett y Susan C. Beachy contribuyeron a la investigación.
Thomas Gibbons-Neff es corresponsal en Ucrania y ex soldado de infantería de Marina.
KYIV, Ucrania - Desde que Rusia comenzó su invasión de Ucrania el año pasado, el gobierno ucraniano y los aliados de la OTAN han publicado, y luego borrado discretamente, tres fotografías aparentemente inocuas de sus redes sociales: un soldado de pie en grupo, otro descansando en una trinchera y un trabajador de emergencias posando delante de un camión.
En cada fotografía, los ucranianos de uniforme llevaban parches con símbolos que se hicieron famosos en la Alemania nazi y que desde entonces han pasado a formar parte de la iconografía de los grupos de odio de extrema derecha.
Las fotografías, y su eliminación, ponen de relieve la complicada relación del ejército ucraniano con la imaginería nazi, una relación forjada bajo la ocupación soviética y alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Esa relación se ha vuelto especialmente delicada porque el Presidente de Rusia, Vladimir V. Putin, ha declarado falsamente que Ucrania es un Estado nazi, afirmación que ha utilizado para justificar su invasión ilegal.
Ucrania ha trabajado durante años mediante la legislación y la reestructuración militar para contener un movimiento marginal de extrema derecha cuyos miembros lucen con orgullo símbolos impregnados de la historia nazi y defienden opiniones hostiles a los izquierdistas, los movimientos L.G.B.T.Q. y las minorías étnicas. Pero algunos miembros de estos grupos llevan luchando contra Rusia desde que el Kremlin se anexionó ilegalmente parte de la región ucraniana de Crimea en 2014 y ahora forman parte de la estructura militar más amplia. Algunos son considerados héroes nacionales, incluso mientras la extrema derecha sigue marginada políticamente.
La iconografía de estos grupos, incluido un parche con la calavera y las tibias cruzadas que llevaban los guardias de los campos de concentración y un símbolo conocido como el Sol Negro, aparece ahora con cierta regularidad en los uniformes de los soldados que luchan en el frente, incluidos soldados que… » ver todo el comentario
#39 Coincido. No creo que Podemos tenga que hacerse el harakiri para conseguir unos mínimos acuerdos. De hecho, creo que Sumar debería mostrar esos mínimos acuerdos, si se dan, como un éxito...y de ninguna manera forzar a Podemos a un "trágala" de libro. Ya veremos cómo acaba todo...
#22 Pues veo tu comentario menos de palillo en la boca que otros que van de sesudos analistas. Todo dios hablando del apoyo en armas, que lógicamente va a ser eterno mientras hayan armas por vender y negocio con el que lucrase, y poco hablar de la mano de obra que hace falta para que las armas funcionen. Y si de mano de obra se trata, que me expliquen cómo va a competir Ucrania y el Mundo Libre contra Rusia. Porque la carne de cañón es ucraniana y rusa. Y después están los mercenarios y voluntarios de la muerte...pero esos no creo que lleguen a un porcentaje significativo como para que la balanza se decante.
Así que la cuestión sería esta: ¿está dispuesto occidente a aportar, además de armas, carne de cañón? ¿veremos cómo soldados europeos parten hacia Ucrania para defender esta burrada?
Hasta ahora vemos cómo algunos defienden el envío de armas como única solución. ¿Veremos a los mismos defendiendo el envío de tropas compuestas por ciudadanos de su país?
#6 La postura de Alba Rico con la OTAN es deplorable, lamentable y otras cuantas cosas más, ninguna buena. Y sin embargo, en este tema concreto, igual que en muchos otros antes de que llegasen estas luchas intestinas, creo que lleva razón. Si no se consigue unidad, estamos jodidos. Y mientras no exista una masa crítica que permita plantar cara desde una izquierda con cara y ojos, mejor ir tirando con una izquierda tuerta. Más que nada porque la alternativa me parece espantosa.
#10 Unas bestias. Como digo en #8 sobre S. King, esta gente tenía que padecer de incontinencia literaria. Tenían que levantarse y picar letras con la izquierda mientras se lavaban los dientes con la derecha mirándose al espejo.
Lo de Stephen King es absolutamente alucinante. Absolutamente fascinante esa incontinencia literaria...y con calidad!! Y sin negros, ni plagios, ni nada...ahí sentadico en la butaca y picando letras día tras día. Un monstruo!!
Tiempos en los que los autores escribían cientos de títulos con seudónimos más atractivos que su nombre patrio. Porque la mayoría eran más españoles que el botijo. Dos ejemplos acojonantes de producción que salen en la lista:
Y después tenemos a un grande que no sale en la lista, porque producía libros "del oeste": Marcial Lafuente Estefanía. Marcial utilizaba seudónimo cuando dejaba el "oeste" (aunque en las del oeste también utilizó Tony Spring, Arizona, Dan Lewis o Dan Luce) y le hacía la competencia a Corín Tellado en novela rosa. En esas ocasiones, Marcial pasaba a ser María Luisa Beorlegui y Cecilia de Iraluce.
Y te lo digo por poner solo un ejemplo. Que parece que escribas con 88 sol y sombras encima. Un poco de respeto a los meneantes te vendría bien, sobre todo teniendo en cuenta tu fecha de ingreso, perla, que eres un perla.
"Creo que algunas de estas unidades de extrema derecha mezclan un poco de su propia creación de mitos en el discurso público sobre ellos", dijo el Sr. Colborne, el investigador. "Pero creo que lo mínimo que se puede y se debe hacer en todas partes, no sólo en Ucrania, es no permitir que los símbolos, la retórica y las ideas de la extrema derecha se filtren en el discurso público".
Kitty Bennett y Susan C. Beachy contribuyeron a la investigación.
Thomas Gibbons-Neff es corresponsal en Ucrania y ex soldado de infantería de Marina.