Luis XVI y María Antonieta tardaron siete años en consumar el matrimonio. Y no fue por falta de intentos. El tema se convirtió en asunto de Estado, en problema internacional y en el chascarrillo de todo París. Un drama nada íntimo que acabó determinando la historia y convirtiendo a José II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, en improvisado y asertivo sexólogo de Versalles.
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No era muy "Borbón"
Esta táctica política no ha caído en desuso con el paso de los años. Es más, es la única forma que tienen de
hacer políticaconseguir votos ciertos partidos.