Una mujer de mala vida al margen de la sociedad. Un objeto de placer para usar y tirar. Pero, mira por dónde, era un ser humano. Y tenía corazón… Vamos a ver sus secretos. Mientras realiza una autopsia, un anciano forense contempla pensativo el corazón que acaba de extraer al cadáver de una mujer joven sobre la mesa. El pintor experimenta con la arriesgada disposición perpendicular del cadáver hacia la pared del fondo
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