Hoy a los niños se les trata como consumidores y, no hace tanto tiempo, como carentes de inteligencia. Pero no deberían ser una cosa ni son la otra. Jim Henson fue capaz de conectar con ellos desde la inocencia y su inteligencia natural. Un documental repasa su trayectoria para mostrar el lado humano del creador. Estuvo muy influenciado por su padre, que era científico y le crió en la naturaleza, y un hijo con problemas de aprendizaje
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Peliculón que me dejó marcado de peque. Y la serie de 2019 es aún mejor.
La serie, aunque recuperó la gracia de lo artesanal, para mí pecó de exceso. Una película o miniserie sin alargar situaciones y mostrando las cosas poco a poco y no “a cholón” hubiera estado más en sintonía con el trabajo de Henson en mi opinión.
En mi corazón llevo “Laberinto” de la que pienso que también es una maravilla (aunque me sobra lo de Bowie). No me canso de verla de tanto en tanto.
Por cierto, en Sesame Street murió un colaborador y el fragmento donde explican a “Big Bird” (que no es Caponata) lo sucedido, es un ejemplo educativo por el enfoque y lo sincero.
www.youtube.com/watch?v=gxlj4Tk83xQ
En los documentales de los juguetes de netflix, cuentan cómo en los 80/90 se creaban juguetes y dibujos animados para llegar a los niños. Un ecosistema de consumo donde una franquicia puede estar presente en todas las aficiones de un niño.
Por desgracia, la tónica general es esa, series absurdas sin coherencia y con poca chicha para niños que luego leen novelas en el colegio.
El anime triunfó porque se contaban historias complejas con imaginación desbordante.
Edit: y los corta-pega y un poco de reshoot en USA hicieron el resto.
Pero lo del animé....meh.
Se entiende su triunfo viendo cómo triunfan en la mass-media patrones repetidos.
-Reguetóng
-tiktok....etc.
(Un empresario de una productora de anime -manga comentaba el éxito empresarial de algo que repite y repite todo una y otra vez)
Los padres están obsesionados con educar, con meter valores, con enseñar esto y lo otro, y olvidan que la diversión, lo artístico, lo humorístico o aquello que pone del revés tu cerebro (o que te ofrece otra mirada) también te construye como persona. Además de hacer que lo pases bien.
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Un producto con un márquetin lleno de mentiras para los padres, y un contenido completamente enfocado a lo que les interesaba a los críos.
Creo que no es solo el ritmo, sino que esas series ya se les hacen antiguas (me refiero a David el Gnomo y demás) y los peques ofrecen cierta resistencia (quizás la misma que podíamos ofrecer los de mi generación a las películas en blanco y negro, por ejemplo).
En cualquier caso, el sector audiovisual conozco menos por dónde silba. Lo que gusta más o menos o la influencia parental. Yo me estaba centrando en el que conozco bien (literatura infantil) y ahí se pasa por el filtro de los padres sí o sí (y de los profesores). E insisto, hay cosas fantásticas, pero lamentablemente no son las más vendidas.