Ante la impotencia de frenar los reclamos por la desigualdad que produjo el colonialismo europeo, el neoliberalismo contemporáneo —su vástago— desarrolló la contraofensiva más trillada pero eficiente que se le pudo ocurrir: si no puedes contra ellos, sedúcelos. El filósofo estadounidense Olúfẹ́mi O. Táíwò lleva años escribiendo sobre cómo las élites han integrado los discursos antirracistas para apaciguar a los disidentes, en vez de resolver problemas de raíz que les costarían más caro. Hollywood es un ejemplo perfecto.
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Lo más gracioso es ese discurso de que "Europa ha decidido que puede hacer ese cine"....En todo caso será el director o los productores, pero vamos, que llegará el día en que para hacer una peli sobre otro país tendrás que pedir permiso,
Las ganas que tienen que este musical no sea visto.