Los vikingos tenían una dieta mucho más variada y emocionante de lo imaginable, con productos de Escandinavia, pero inspirándose en sus incursiones en el continente europeo. Los vikingos que habitaban en Escandinavia, según se puede comprobar en el Museo Histórico de Oslo, comían de todo, desde pan y gachas, hasta carne de vaca, caballo, buey, cabra, cerdo, oveja, pollo y pato, pasando por pescado y marisco.