Resulta que llega un nuevo comandante de un campo de entrenamiento militar a su destino, e inspeccionando las instalaciones, se encuentra con un par de soldados haciendo guardia al lado de un banco.
Un poco sorprendido, les pregunta qué están haciendo ahí. "No lo sé, señor. El comandante anterior nos ordenó hacerlo. Al parecer es una tradición del campo."
Interesado por esta extraña costumbre, se puso en contacto con el comandante anterior. "No sé las razones. El que mandaba antes de mí ya tenía guardias, y yo seguí la tradición"
Ahora sí que realmente intrigado, va tirando del hilo, y tras consultar a 3 comandantes anteriores, que le cuentan algo parecido, llega a un antiguo general de 100 años, ya retirado. Le pregunta, todo emocionado.
"Discúlpeme, señor, soy el que está al mando del campo de entrenamiento del que usted estuvo a cargo hace mucho tiempo. Resulta que hay dos guardias asignados a vigilar un banco, y me gustaría conocer un poco la historia de ese banco y de tan curiosa tradición"
El general hace un esfuerzo por recordar, se le ilumina la mirada y dice: "¡¿no me jodas que aún no se ha secado la pintura?!"