Es un lugar frío, oscuro, seco y desolado, con poco oxígeno en el aire para respirar, pero la situación única hace de la estación Concordia en la Antártida un lugar atractivo para que los científicos realicen sus investigaciones. La aurora austral que da color a esta fotografía ayuda a llevar mejor la estancia de las 13 personas que están allí durante los meses de invierno, lejos de sus amigos y familia.