Los seres humanos tenemos la capacidad de detectar objetos en la oscuridad por la manera en la que el sonido rebota en ellos. El doctor Miwa Sumiya, del Centro de Información y Redes Neurales de Osaka, ha llevado a cabo un experimento con 15 voluntarios. Situaron un emisor de ultrasonidos. La señal rebotaba por la habitación hasta la cabeza de un maniquí dotada de micrófonos. Los ultrasonidos se convirtieron en sonido binaural reproducido por unos auriculares. El objetivo era averiguar si un cilindro se estaba moviendo tan solo escuchando.
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