Existe una fuerte relación entre altos niveles de contaminación atmosférica y una neuroinflamación, cambios similares a los que se producen en el alzhéimer y con problemas cognitivos en personas mayores e incluso niños.
Respirar aire contaminado podría hacer que las partículas tóxicas fueran transportadas desde los pulmones hasta el cerebro, a través del torrente sanguíneo, lo que podría contribuir a la aparición de trastornos cerebrales y daños neurológicos, revela un nuevo estudio.
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