Todo comienza con el sonido de un metrónomo.Nos situamos en su casa, concretamente en su despacho, aquel lugar donde tantas maravillas han sido creadas. Y de pronto, aparece y le acompañamos mientras realiza sus ejercicios de flexibilidad. Tiene 90 años pero la agilidad de sus movimientos y el brillo en su mirada, le hacen parecer bastante más joven.Una vez acabada la rutina, se incorpora y con mucho gusto empieza a mover los brazos para dirigir una orquesta inexistente,mientras escuchamos su hermoso tema principal para "La Herencia Ferramonti"