Según la teoría de la relatividad de Einstein, la curvatura del espacio-tiempo era infinita en el big bang. De hecho, en este punto todas las herramientas matemáticas fallan, y la teoría se rompe. Sin embargo, siempre permaneció la idea de que tal vez el comienzo del universo podría tratarse de una manera más simple, y que los infinitos del big bang podrían ser evitados. Esta ha sido la esperanza expresada desde la década de 1980 por los conocidos cosmólogos James Hartle y Stephen Hawking con su "propuesta sin fronteras", y por Alexander Vilenkin con su "propuesta de tunelización". Ahora científicos del Instituto Max Planck de Física Gravitacional (Instituto Albert Einstein / AEI) en Potsdam y en el Perimeter Institute de Canadá han sido capaces emplear mejores métodos matemáticos para demostrar que estas ideas no pueden funcionar. El big bang, en su complicada gloria, conserva todo su misterio.