Para contextualizar, el Templo Satánico, a pesar de su nombre, no rinde culto a la figura bíblica -ni siquiera cree que Satanás exista-, sino que opera más como un grupo de defensa, diciendo que su objetivo es "fomentar la empatía, rechazar la autoridad tiránica", además de promover el "sentido común" y "oponerse a la injusticia". El grupo ha presentado muchos recursos ante los tribunales contra leyes (a menudo conservadoras) que sólo protegen o promueven el cristianismo, como informa The Hill.