La gran celebración pública de los neopaganos pinteños, el Año Nuevo celta, no pudo llevarse a cabo en esa fecha porque, según denuncian, el Ayuntamiento no les autorizó el uso habitual de varias calles para su procesión ni se les dotó de agentes de seguridad. El Consistorio niega que prohibiera ningún acto, pero el conflicto ya está servido y las brujas van a acudir a los tribunales denunciando lo que consideran una vulneración de sus derechos religiosos.
|
etiquetas: brujas , pinto , ayuntamiento , derchos , religiosos
Menuda discriminación,ellos pueden sacar a sus muñecos pero los demás no.