¿Hay masas enfurecidas buenas y masas enfurecidas malas? ¿Es correcto saquear comercios o apalear policías? ¿Alberga más dignidad quien se manifiesta con banderas y cacerolas que quien derriba estatuas y las arroja al río? Como las respuestas a semejantes preguntas generan bastantes disputas, esbozaré en este artículo algunas líneas de análisis que ayuden a organizar racionalmente estos asuntos. No sé si les aclararé la cuestión para siempre; pero, como se dice de la homeopatía: “Oigan, a mí me funciona”.
|
etiquetas: masas , disturbios , manifestaciones , análisis