En el corazón de Gijón, un peculiar fenómeno ha sacudido a los vecinos de la zona centro. P., una residente que prefiere mantenerse en el anonimato, relata cómo su vida cambió a principios de octubre tras recibir la primera multa por aparcar de manera incorrecta. La sorpresa llegó al notar en el escrito que se trataba de una "denuncia voluntaria". Tras consultar en el Ayuntamiento, descubrió que no era un error: alguien la había señalado directamente. Ella y dos familiares acumulan ya 17 sanciones por 1.500 euros y no son los únicos...
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