Ni derrochadores ni caprichosos: los jóvenes gastan en lo (poco) que pueden

Están gastando más que nunca en productos o servicios baratos y relativamente inservibles, los llamados “gastos discrecionales de ticket bajo”. Y no lo hacen engañados por la publicidad o convencidos de su utilidad, sino a sabiendas de que no necesitan esas cosas y de que solo les proporcionarán un bienestar transitorio. Es un comportamiento generalizado y un síntoma que, paradójicamente, señala el empobrecimiento de las generaciones más jóvenes. Si no tienes capacidad de ahorro, no hay ningún incentivo para no derrochar.

[#2 encurtido]

Aunque sea poco, es que hay generaciones anteriores que para ellos el ocio no existe. Para algunos sus abuelos, para otros sus padres (como los míos en sus 60s). Nunca han viajado de vacaciones, ni festivales, ven absurdo hacer deporte pudiendo entretenerse en el campo, no compran libros ni ven series, mucho menos los videojuegos. Del trabajo (8 a 20h) a casa y findes+vacaciones en otro trabajo como por ejemplo el que tenga finca.

Es decir, que quizá sus costumbres de ir más veces al bar o comprar coches sobredimensionados sean más caras. Pero para ellos que un chaval se vaya de conciertos a otra ciudad o juegue a videojuegos o vaya al gimnasio lo ven una anormalidad de estos tiempos modernos y lo van a criticar.

[#5 yabumethod]

#2 Ya he dicho cientos de veces que cambiaria el ir de viaje y lo de los conciertos y demás por tener una casa y trabajo estable pero no les entra en la cabeza y sé creen que cobramos lo mismo y lo derrochamos en tonterías. Por cierto, yo nunca he tenido como para poder irme de viaje porque lo que he cobrado ha sido para sobrevivir y asi casi todo mi circulo cercano. No sé exactamente que novenes tienen de referente pero de momento para mi eso es una minoría o algo.

[#6 Eibi6]

#2 esas generaciones que cuentas se pasaban ese tiempo libre en él bar/taberna poniendose hasta arriba de vino, pero lo de siempre desde Platón y Sócrates "que malos son los jóvenes"

[#1 daniMate]

Para derrochar hay que tener dinero.

Una generación que ha tenido en casa de todo por toneladas y sin pedirlo y ahora descubren que en la vida nadie regala nada y que cuesta ganar el poco dinero que se va volando en lo más básico

[#3 jobar]

#1 Y una mierda, dime qué generación de la que vive ahora ha tenido que dejarse el 60 u 80 % de su sueldo solo para poder vivir bajo techo. A ver como ahorras y prosperas así.

[#4 daniMate]

#3 dime qué generación ha tenido un palé de juguetes cada año por navidad, consolas, móviles, más adultos que niños en las familias cuidando de ellos, etc

Lo han tenido todo sin esfuerzo alguno y ahora que son adultos, boom, el crudo invierno de la vida real.

[#8 jobar]

#4 Pues vaya puta mierda de privilegios. Creo que la mayoría hubiera cambiado con gusto que le regalasen el chuchenova o un Alcatel a cambio de poder comprarse una casa por 20 millones de pesetas.

Ahora nos explicas entonces como se tienen que esforzar para comprarse una casa con un salario medio y nos reímos todos.

[#9 daniMate]

#8 mira, en eso sí que coincido. Sin esos regalos y juguetes de plástico se puede vivir, pero sin una casa ni un sueldo digno no.

Supongo que el cambio es seguir apoyando a que se bajen los impuestos a los extranjeros que compran casas a tocateja, eliminar el impuesto de sucesiones para que los que heredan 3 o 4 pisos no tengan molestias fiscales, o que se ayude a los grandes tenedores a tener más y más pisos.

Y es que, como dice la Presidenta de Madrid, el colmo de los pobres es que quieren tener derechos como los ricos, comunistas os llama por querer tener derechos y vivir como ricos sin hacer el esfuerzo de heredar grandes fortunas.

[#10 jobar]

#9 Creo que no me verás apoyando nada de eso.

[#7 Borgiano]

Pero no íbamos como un cohete?

[#11 BoosterFelix]

No os preocupéis, son solo pataletas de juventud. Cuando se hacen mayores, también se vuelven defensores del derecho de hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza. Así que no podrán culparos de haberles hecho a ellos lo mismo.

La naturaleza, el capitalismo y la monarquía lo tienen todo atado, y bien atado. Acogeos a su sabiduría.